Mientras nos entretenemos en discernir el significado del saludo de Elon Musk, el 27 de enero del 25 se cumplen 80 años que el Ejército Rojo entro en el Lager. Nos pareció adecuado copiar un fragmento del escrito ASÍ FUE AUSCHWITZ de Primo Levi que puede develar acerca de la inutilidad de seguir discutiendo sobre de que se trata lo que estamos viviendo en la Argentina, cuando la cuestión esta demás clara.

ASÍ FUE AUSCHWITZ

Primo Levi. 1975

FRAGMENTO

…es nuestra obligación contar: es un deber hacia los compañeros que no regresaron, y es una tarea que confiere sentido a nuestra supervivencia. Fue a nosotros (y no por nuestras virtudes) a quienes nos correspondió vivir una experiencia fundamental, y aprender un par de cosas sobre el Hombre que sentimos la necesidad de divulgar.

Pudimos darnos cuenta de que el hombre es un sojuzgador: y que lo sigue siendo, a pesar de milenios de códigos y tribunales. Muchos sistemas sociales se proponen refrenar ese impulso hacia la iniquidad y el atropello; otros, en cambio, lo alaban, lo legalizan y lo señalan como extremo objetivo político. Sistemas como esos pueden ser tachados, sin forzar en absoluto los términos, de fascistas: conocemos otras definiciones de fascismo, pero nos parece más exacto y más conforme a nuestra experiencia concreta definir como fascistas exclusivamente a los regímenes que niegan, en la teoría o en la práctica, la fundamental igualdad de derechos entre todos los seres humanos; ahora bien, dado que el individuo o la clase cuyos derechos son negados raramente se resigna, en los regímenes fascistas se hace necesaria la violencia o el fraude. La violencia, para eliminar a los opositores, que no suelen faltar; el fraude, para confirmar a sus leales que el ejercicio de la injusticia es loable y legítimo, y para convencer a los atropellados (dentro de los límites, que tan amplios son, de la credulidad humana) de que su sacrificio no es un sacrificio, o bien de que es indispensable en aras de algún propósito indefinido y trascendente.